Según la tradición, el obispo de Iria Flávia, Teodomiro, alertado por las luces nocturnas que vio en el bosque de Libredão (Libredón), se dirigió al lugar y descubrió una tumba de piedra donde ahora se encuentra la catedral. En la tumba reposaban tres cuerpos, que el obispo identificó como los de Santiago Maior y dos de sus discípulos Teodoro y Atanasio.
La propia fundación de la ciudad está ligada al supuesto descubrimiento de los restos del apóstol Santiago Zebedeo, ocurrido entre 812 y 842, lo que dio al lugar una creciente importancia religiosa. La noticia del descubrimiento de la tumba se extendió, la ciudad creció debido a las peregrinaciones y a una población heterogénea que se congregaba de forma espontánea. De hecho, el rey Ordonho II en el año 915 determinó que todo aquel que permaneciera cuarenta días sin ser identificado como sirviente sería considerado un hombre libre, con derecho a residir en Compostela.
El significado del término - Compostela - provoca cierto desacuerdo entre los historiadores, siendo la versión más unánime que es una derivación del latín Campus Stellae ("campo de la estrella"), que evoca la estrella que milagrosamente indicó al obispo Teodomiro la Ubicación de la tumba de Santiago.
Es sede de la archidiócesis y fue construida entre 1075 y 1128, en estilo románico, en la época de las Cruzadas y durante la reconquista cristiana, habiendo sufrido varias reformas que añadieron elementos góticos, renacentistas y barrocos. Alberga la tumba del apóstol Santiago Maior, patrón y protector de España, lo que la convirtió en uno de los principales destinos de peregrinación cristiana en Europa.
Actualmente, sigue siendo un importante destino de peregrinación, a lo que ha contribuido la renovada popularidad del Camino de Santiago a partir de la década de 1990, que atrajo a más de 270.000 peregrinos registrados a la catedral.
La estructura del edificio ocupa una superficie de 8.000 metros cuadrados. Consta de planta basilical de cruz latina con tres naves, también en el crucero, y un triforio (o tribuna), que conecta directamente con el palacio episcopal, hoy conocido como Paço de Gelmires. En la ornamentación interior se pueden observar capiteles decorados con escenas históricas o bíblicas. La iluminación proviene de los huecos de las dos plantas de las naves laterales. Originalmente tenía tres portales principales y siete puertas más pequeñas.
Actualmente, existen varias capillas que ocupan el núcleo principal de la catedral. Sin embargo, el botafumeiro (enorme incensario de latón plateado), que pesa 62 kg vacío y mide 1,60 m de altura, es una de las piezas centrales e ineludibles del espacio, siendo el incensario más grande del mundo.